domingo, 15 de junio de 2014

CONTRALUZ por María del Carmen Maqueo Garza

PAPÁ  EL TIMONEL
Día del Padre: Ya que enviudé estando mis hijos muy pequeños, he compartido con los señores papás esa misión de provisión del hogar, en la que ha habido de todo: En el segundo Día del Padre que pasamos mis hijos y yo ya sin mi esposo,  ellos insistían en llevarme a la fiesta que la escuela había organizado por el Día del Padre, y en la que participarían los señores en diversas competencias deportivas.  Ya me veía yo echando canastas o metiendo goles junto con ellos.  El primer año, bien lo recuerdo, estaba tan reciente la muerte de nuestro ser amado, que lo más que pudimos fue hacer un homenaje familiar muy íntimo y doloroso.
   En fin, a la vuelta de diecisiete celebraciones del Día del Padre, en las que secretamente sí me siento festejada,  corroboro que ser papá no es tarea fácil, y menos en unos tiempos  como los que estamos atravesando, en los que papá ha debido continuar con su labor como proveedor,  con adicionales presiones del exterior para proporcionar a la familia una mejor calidad de vida.
   Hace treinta o cuarenta años en las familias había cinco o más hijos, y para todos alcanzaba.   Ropa, juguetes y útiles escolares iban pasando del mayor al menor sin complicaciones, y del mismo modo, los más grandes  apoyaban en el cuidado y la crianza de los más pequeños.   Sin embargo la competitividad del mercado redefinió los patrones de comportamiento familiares, y hoy en día el niño, desde que  nace  comienza a participar en infinidad de actividades que  lo colocan en el camino para convertirse  en triunfador.  Todo ello implica la necesidad de mayores ingresos a las arcas familiares, y para ello el padre habrá de trabajar aún más, y hacerlo implica que estará fuera de casa un mayor tiempo.
   A pesar de lo anterior se espera que al llegar a casa papá participe de manera activa en las cosas de sus hijos cuyo número, por cierto, se ha reducido a dos o tres.  Cada vástago vive ocupado en cumplir con sus tareas escolares y diversas actividades extracurriculares, y no hay tiempo para más.   Mamá acompaña a cada uno de sus hijos en todas sus cosas, en una carrera que a ratos se vuelve de locura.
   Bien, ahora sucede que los hijos, por toda esta serie de factores,  pueden volverse los pequeños tiranos que demandan de los papás un mayor desempeño en sus roles, y el padre que antes tenía la última palabra en todo, ahora es cuestionado y desafiado.   Y así venga molido, colgando la toalla del trabajo, el hijo espera que lo atienda con calidad VIP, como si se hubiera pasado la tarde en el sauna.
   Otro gran reto para los padres: Las marcas.  Como mencioné, antes ocurría en todas las familias que la ropa y los utensilios pasaban de uno a otro hijo, y nadie reparaba en marcas o estilos.  Los tenis eran tenis, las camisas, camisas; la televisión, si había, tenía doce canales, y el único teléfono disponible era el fijo de casa, y nada más.
   Hoy en día, cuando el padre cae en el juego de las marcas, si pertenece a la clase media, vivirá tronándose los dedos para abastecer a los críos de ropa de marca, utensilios de marca, celulares y videojuegos de última generación...   Y en el otro extremo, el padre que  se niega a participar en este juego del consumismo, tendrá que estar muy atento para fomentar en los hijos firmes valores que los lleven a  asumir que la valía de una persona no está en lo que se cuelgue encima, sino en lo que desarrolle en su interior.  Inculcarlo es algo así como nadar contracorriente todo el tiempo, enfrentando nuevos desafíos en cada tramo.
    Muchos chicos de hoy padecen el denominado “Síndrome del Emperador”, que incluye un trato tiránico hacia las figuras de autoridad.  Muchos padres caen en este círculo vicioso, abandonan su potestad, y terminan  bajo el yugo de los hijos. Son los padres proclives a negar, justificar o defender a capa y espada un comportamiento inapropiado de sus vástagos, incapaces hasta la ceguera de reconocer que  pudieron haber obrado mal.
   Y hablando de Bullying, son los padres que jamás asisten a una junta escolar, pero a la hora de los problemas son los primeros que alzan la voz, amenazan y arman camorra.
   Quizás esto último sea la parte más difícil de la tarea que tienen los señores padres, enseñar a sus hijos que a pesar de muchas cosas que suceden allá afuera, la ley de la selva no es la mejor opción para erigir una sociedad civilizada.
   Mucho mérito no soltar el timón entre aguas turbulentas: ¡Feliz día, capitanes!

COSAS NUESTRAS por Jorge Villegas

Padres
Embarazar a una mujer ya no es gran proeza.  Sucede todos los días en nuestra comunidad.
Bajo dos condicionales preocupantes y de riesgo para los recién nacidos.
Una es la extrema juventud de las madres, incluso alumnas de secundaria.
La otra es la creciente ola de padres ausentes irresponsables.
Los que hay que llevar ante un juez y aceptan pagar "hasta mil pesos al mes".
Otros ni siquiera lo intentan, prefieren invertirlo en seducir otras ingenuas.
Definamos pues a quienes van a festejar el Día del Padre.  A los embarazantes o a los que afrontan su responsabilidad.
jvillega@rocketmail.com

Si de Rudyard Kipling en voz de Feneté.

"¡Hoy es nuestro día, papá!" por José W. Quiche, desde Perú.

Con cariño y admiración para el colega y gran poeta peruano José W. Quiche, desde este pequeño espacio que acoge sus letras con particular emoción en un  día como hoy. Gracias, querido Carlos Morales, por ser ese vaso comunicante entre su magnífica obra y nuestras ansias de belleza.   
Papá: de ti tengo una evocación algo tenue, buida, que se entrelaza con los recuerdos coloridos de la que fue tu compañera y nos dejó un noviembre. Con esfuerzo rememoro los mediodías en que llegabas a la casita de techo de madera, la primera que tuvimos, trayendo siempre algo en tus manos. Esos frascos blanquísimos, cuya forma nunca cambió y que te daban en el trabajo para que no te enfermes. Eran peculiares esas botellas de boca ancha, cuyo ultimo recuerdo es haberla bebido una mañana, con los palomillas del barrio muy apurados en la puerta de casa de no se quien ni en donde, de regreso de una fiesta. Otras veces eran helados en aquellos colores y sabores inolvidables, y la alegría era general. Tu recuerdo esta ligado a un rostro sonriente ,a sentirse levantado en peso para, sentado en tus hombros, ver el desfile militar, o al periscopio que me compraste, y mi primera bicicleta .. Por entonces tenias en mi mente de niño la semblanza de un héroe, un titán que todo lo podía y eso me daba una seguridad ......que fui perdiendo conforme pasaron los años y caí en la cuenta de que también sabias enojarte, llenarte de ira y castigar y causar dolor en las carnes que tu engendraste. Y empecé a tenerte miedo, otros le llamaran respeto. Pero no te imaginas como recuerdo tan vividamente esa tarde en que me porte tan mal, y luego de aplicarme el escarmiento, así le llamaba el abuelo, te ganó el sentimiento, me abrazaste y por vez primera te vi así, tan humano, tan parecido a mi, también sabias llorar. Y fue la ultima vez que me castigaste. Eras, y lo sigues siendo, un padre muy bueno, pero esa época era así. Tu padre fue aun mucho más severo, me lo contaste. Casi sin percibirlo con el paso del tiempo ese temor, al ver que te podía tratar con mas confianza, se transformo en amistad. Si, desde mi adolescencia fuiste mi amigo, el que me dio mi primer trabajo como ayudante de electricista y me pagó. Te vi cada vez más añoso, pero también más sabio en muchas cosas y muy imprudente en otras, pero siempre lo callé. Y me tragaba mi dolor moral cuando llegabas tan tarde, o a veces no estabas el domingo. Papá cuanta falta nos hacías en esos momentos. Mucho después llegue a comprenderte. Queda en limpio el hecho de que casi nunca me fallaste. Siempre te preocupaste por mi y estuviste en los momentos mas cruciales y definitivos. En tus callosas manos puse el titulo que logre al final de casi diez años de expectativa. Y lo honro, como a ti. No se borrará de mi recuerdo tu emoción cuando por mi causa te sentiste abuelo por primera vez, ¡cómo saltabas.! Y ahí me enteré que los abuelos estaban hechos para malcriar a los nietos. Lo que jamás pudieran haber tolerado a nosotros sus hijos, en los nietos es una gracia mas. Te convertiste en cómplice de 'delincuente juvenil‘, tú anciano encubridor y un rapaz encantador de cinco años. Fue la época de tu mayor felicidad. Papá, ahora que el tiempo se encargo de inclinar tu cerviz, de debilitar tu fuerza, de opacar tu mirada, evoco el rostro de tu padre, aquel veterano del 41 todo bondad y optimismo, y creo profundamente que es verdad aquello que afirmo GABO de cuanto mas viejo un hombre se parece mas a su padre. Y algo mas, ahora cada vez eres mas que mi padre un poco 'mi hijo'. Ahora yo soy el intolerante que a veces te habla fuerte, te riñe y el circulo se cerrará el día en que yo sea quien te cargue, levantando tu frágil peso y el de tu cruz, aquella que llevamos todos los que nos atrevimos en la vida a prolongarla en los retoños. Entonces besaré tu frente y agradeceré a Dios por haberme dado un padre tan sencillo, austero y simple, tan parecido a la mayoría de padres, hombres nada complicados. Y a él, a mi viejo, lo estrecharé pidiéndole perdón por haber osado tratarle como a un niño............. José Quiche..

"Mantén la vista en el camino": Excelente video preventivo de la VW

En nuestro continuo contacto con la tecnología, hay modos de reaccionar que se han vuelto reflejos,casi tanto como estornudar o toser. A propósito, vean este excelente video: Gracias, Guillermo, por sugerirlo.

El amor: Supuesta epístola de Albert Einstein a su hija Lieserl


Cuando propuse la teoría de la relatividad, muy pocos me entendieron, y lo que te revelaré ahora para
que lo transmitas a la humanidad también chocará con la incomprensión y los perjuicios del mundo.
Te pido aun así, que la custodies todo el tiempo que sea necesario, años, décadas, hasta que la sociedad
haya avanzado lo suficiente para acoger lo que te explico a continuación.
Hay una fuerza extremadamente poderosa para la que hasta ahora la ciencia no ha encontrado una
explicación formal. Es una fuerza que incluye y gobierna a todas las otras, y que incluso está detrás de
cualquier fenómeno que opera en el universo y aún no haya sido identificado por nosotros. Esta fuerza
universal es el AMOR.
Cuando los científicos buscaban una teoría unificada del universo olvidaron la más invisible y poderosa de
las fuerzas.
El Amor es Luz, dado que ilumina a quien lo da y lo recibe. El Amor es gravedad, porque hace que unas
personas se sientan atraídas por otras. El Amor es potencia, porque multiplica lo mejor que tenemos, y
permite que la humanidad no se extinga en su ciego egoísmo. El amor revela y desvela. Por amor se vive y
se muere. El Amor es Dios, y Dios es Amor.
Esta fuerza lo explica todo y da sentido en mayúsculas a la vida. Ésta es la variable que hemos obviado
durante demasiado tiempo, tal vez porque el amor nos da miedo, ya que es la única energía del universo
que el ser humano no ha aprendido a manejar a su antojo.
Para dar visibilidad al amor, he hecho una simple sustitución en mi ecuación más célebre. Si en lugar de E=
mc2 aceptamos que la energía para sanar el mundo puede obtenerse a través del amor multiplicado por
la velocidad de la luz al cuadrado, llegaremos a la conclusión de que el amor es la fuerza más poderosa
que existe, porque no tiene límites.
Tras el fracaso de la humanidad en el uso y control de las otras fuerzas del universo, que se han vuelto
contra nosotros, es urgente que nos alimentemos de otra clase de energía. Si queremos que nuestra
especie sobreviva, si nos proponemos encontrar un sentido a la vida, si queremos salvar el mundo y cada
ser sintiente que en él habita, el amor es la única y la última respuesta.
Quizás aún no estemos preparados para fabricar una bomba de amor, un artefacto lo bastante potente
para destruir todo el odio, el egoísmo y la avaricia que asolan el planeta. Sin embargo, cada individuo
lleva en su interior un pequeño pero poderoso generador de amor cuya energía espera ser liberada.
Cuando aprendamos a dar y recibir esta energía universal, querida Lieserl, comprobaremos que el amor
todo lo vence, todo lo trasciende y todo lo puede, porque el amor es la quinta esencia de la vida.
Lamento profundamente no haberte sabido expresar lo que alberga mi corazón, que ha latido
silenciosamente por ti toda mi vida. Tal vez sea demasiado tarde para pedir perdón, pero como el tiempo
es relativo, necesito decirte que te quiero y que gracias a ti he llegado a la última respuesta.

Tu padre: Albert Einstein"

Gracias, Víctor por compartirla.

"Improvisación" de Mariusz Goli, desde la ciudad de Katowice en Polonia.

Genial músico callejero que a pesar de brindar conciertos en reconocidas salas de arte, no abandona su práctica original.