domingo, 28 de diciembre de 2014

CONTRALUZ por María del Carmen Maqueo Garza

UN MEJOR AÑO

Como sucede de manera periódica, llega a término un año más en nuestras vidas. Ahora nos encontramos en el umbral de lo que será para cada uno de nosotros un nuevo capítulo en la propia historia personal.

Llega el momento de hacer una evaluación de aquello con que iniciamos el 2014 y cómo lo concluimos; definir si el saldo es favorable para nuestra vida en general, y bosquejar la manera en la que comenzaremos este nuevo año.

Quizás como en pocas ocasiones, durante estos doce meses hemos vivido grandes sobresaltos provenientes del exterior, que en más de una ocasión nos robaron la tranquilidad. Pero logramos sortearlos y aquí estamos, con más experiencia y más aplomo para enfrentar los retos por venir.

Sabemos que cada tiempo que se cumple deja un saldo emocional doloroso por la pérdida de aquellos seres amados que se nos han adelantado. La vida es un ciclo que avanza de manera invariable, y que así como un día inicia para regocijo de muchos, un día habrá de terminar, para dolor de tantos otros. No es ni bueno ni malo, eso sí, doloroso, pero los tiempos se cumplen, y nuestra voluntad no conseguirá salvarnos de vivir ese momento final.

Hoy es una buena oportunidad para volver la vista al cielo y dar gracias por todas aquellas bendiciones que nos acompañaron día con día. Tantos elementos que tocaron nuestros sentidos para ofrecernos una vida maravillosa a través de la luz, de la música, de una caricia, y que tan pocas veces percibimos en un plano consciente.

Sentirnos afortunados de tener una familia que nos ama, claro, cada miembro con sus particulares diferencias, lo que genera pequeños o grandes conflictos –al fin humanos todos--, pero finalmente ellos son esos seres que estarán con nosotros en cualquier circunstancia, hasta la más difícil.

Nuestros amigos, los más cercanos, aquellos que son a nuestro corazón como hermanos por elección, nos dan una idea de cómo será el cielo prometido. Si hemos logrado conservar nuestros amigos durante el año que termina, y quizás añadir alguno a esta preciosa lista, tenemos hoy mucho por qué sentirnos agradecidos.

La posibilidad de mantener nuestra mente ocupada, aprendiendo nuevas cosas, es un privilegio que no a todos les es dado experimentar. Todo oficio, cualquier aprendizaje que nos haya permitido conocer más a fondo nuestras potencialidades internas, y ponerlas en práctica, habrá sido una espléndida razón para sentirnos felices por el año que termina.

Momento de ser honestos con nosotros mismos y reconocer aquello en lo que hemos fallado. Los planes que no se cumplieron por causa nuestra, porque nos faltó voluntad o nos sobraron desaciertos; aquellos proyectos que a poco de iniciado el año y ya habíamos abandonado… Tiempo de vernos al espejo y retomar los propósitos al filo del nuevo año.

Ejercer a fondo la responsabilidad por la propia vida, evitando caer en el error de atribuir a elementos más allá de nuestra persona los errores que hayamos cometido. Por la vía del señalamiento no se llega a ningún cambio transformador.

¿Por qué no…? Que este nuevo año sea el tiempo de la alegría, de proponernos encontrar en el camino más motivos gozosos y menos razones para la tristeza. Desechar las rencillas y los rencores, y aprender más a ser como niños, que viven el momento presente a plenitud.

Sabemos que vendrán tiempos difíciles; hay situaciones externas sobre las que tenemos escaso control, así que enfrentarlos con la mejor actitud nos da puntos de ventaja en la solución de los problemas que de estas situaciones pudieran derivar.

Evitemos rodearnos de personas siempre negativas que nos roban la energía y el entusiasmo. Son los del eterno “sí, pero” con vocación de mártires, quienes habrán de hallar el lado negativo a cualquier situación para sentirse desgraciados y sufrir.

Habrá que buscar en cambio esos amigos con capacidad para descubrir lo bello y lo bueno del panorama por el que todos transitamos cada día. Personas con la inteligencia suficiente para conocerse y conocernos, y la valentía para señalarnos nuestros errores, aun a riesgo de perder la amistad por hacerlo.

Comencemos hoy un mejor año, un tiempo para plantearnos retos de crecimiento que nos permitan explotar nuestras capacidades al máximo. Decidamos convertirlo en un período que de forma especial se vuelva representativo en nuestra biografía personal.

Los grandes retos requieren hombres y mujeres dispuestos a lograr esos cambios que el mundo requiere. Para este 2015 seamos de esos emprendedores que no viven en vano, y que van dejando huella de su paso de manera constante, modelando entre sus manos esa prodigiosa materia prima llamada tiempo.



¡Feliz Año Nuevo!

COSAS NUESTRAS por Jorge Villegas

Adoración
Por escrúpulo republicano Dios está proscrito en los asuntos familiares y hasta cívicos.
Pero la necesidad de adorar a instancias superiores persiste en la sociedad y los individuos.
A falta de un Dios soberano ese ímpetu de adoración se traslada a sujetos mortales, prescindibles.
Quítele el sonido a un concierto de rock o de Paquita la del Barrio, para ver un estado de exaltación colectiva con canto a coro y adoración con brazos levantados.
La espiritualidad sustituida por la fama efímera y casi siempre inmerecida de las estrellas.
No queremos ni imaginar la sociedad descreída que generarán estos acólitos de los nuevos cultos.
jvillega@rocketmail.com

Nuggets: Ilustrando el mecanismo de las adicciones.

Beto, gracias por la sugerencia.

Pensamientos sobre la abundancia de Deepak Chopra.


Los símbolos de la abundancia —una casa más grande, un vehículo nuevo, una joya delicada— pueden traer olas de deleite, pero no sacrifiques el océano por unas pocas olas transitorias.

Comprométete a una vida rebosante en abundancia de amor, pasión, creatividad y significado, y los símbolos te perseguirán.
La abundancia se manifiesta en múltiples formas y, siempre que te comprometas con los deseos que benefician al mundo, todo lo que desees puede ser tuyo.

Amor:

Deepak Chopra.

Gracias a Marisa Berrueto por su aporte. 

Las pequeñas acciones que pueden cambiar al mundo

CONFETI DE LETRAS por Eréndira Ramírez

¡Y ya pasó...!

Tan esperadas las fechas, tan planeadas y pasan en el mismo tiempo que un día cualquiera.

Sin embargo espero que la hayamos vivido distinto a otras, sobre todo en la compañía de nuestra querida familia, recibiendo y enviando decenas de mensajes a los que se encontraban lejos, recordando con nostalgia y cariño a quienes ya no son parte de nuestras navidades sino en nuestros recuerdos.

Sea donde sea que hayas pasado tu navidad, mi mejor deseo es que te deje la maravillosa sensación de buscar la cercanía y el afecto de los demás por los medios posibles. 

Reuniones de amor, de buenos deseos, de compartir la mesa y el cariño, regalarse uno mismo en actitudes y buscar se prolonguen las mismas durante todo el año. 

Me encanta al día siguiente de la noche buena, el clásico recalentado, donde los platillos adquieren más sabor, así mismo el recalentado de recuerdos de lo acontecido la noche anterior y de las memorias de mucho tiempo atrás, las risas que se convierten en carcajadas, recapitulación de tantas y tantas navidades, personas, tiempos, lugares distintos donde las navidades han ido dejando en nosotros lo mas importante quizá que se halla encerrado en la magia de estas épocas y que es la convivencia, el apapacho que mas que especialmente en estas ocasiones de verdad nos acaricia el alma. 

Feliz de mi navidad al lado de mi esposo e hijos, igualmente de saber que mi familia y amigos más cercanos disfrutaron una muy feliz navidad. 

Vamos a seguir viviendo esta época y a convertirla en arsenal de bellos recuerdos para tener ese tesoro que solo da el amor y la reunión sincera y fraternal con nuestros seres queridos. 

¡Un abrazo amigos!

Adeste Fideles con Andrea Bocelli

Como parte de la mùsica propia de la temporada navideña, en esta ocasiòn nos engalanamos con la voz de Andrea Bocelli.

domingo, 21 de diciembre de 2014

CONTRALUZ por María del Carmen Maqueo Garza

POR LO PEQUEÑO

Navidad llega con su magia particular, como la época que de alguna manera nos hermana a todos, cristianos y no-cristianos, en una celebración por la vida.

Insertos, como estamos, en una sociedad de consumo, se incluyen diversas actividades que tienen que ver con expresar ese afecto que sentimos hacia los demás.

Comidas, golosinas, regalos…como parte de esa especial conmemoración una vez al año con relación a la Natividad del Señor, eventos que van desde lo religioso estricto hasta lo profano extremo.

Gran oportunidad para reencontrarnos, limar asperezas y emprender un nuevo año de la mejor manera. Ocasión de recordar en familia que la unión es la mejor póliza para los momentos difíciles, cuando la mayoría se aleja.

Un particular cariz le imprimen los niños a la ocasión, siendo a través de sus ojos como podemos encontrar las fiestas decembrinas desbordantes de esplendor.

Apostemos hoy por lo pequeño: Detengamos nuestra agitada marcha para descubrir cuán afortunados somos en este preciso día por estar con vida y salud…

Valoremos el gran privilegio de tener una familia con la cual nos podemos comunicar de forma directa, cuando hay tantas familias en el mundo divididas, ya por rencillas internas, ya por guerras.

Entender hoy que para nuestra fortuna estamos en condiciones de celebrar, porque no hay una causa mayor que nos lo impida. Así dispuestos elevemos nuestro pensamiento y nuestras oraciones por aquellos que la pasan solos en la calle, en la cárcel, o en una cama de hospital.

Si hay algún obsequio por la ocasión, bien, y si no lo hay, también. La entrega más valiosa entre humanos viene del corazón, y no tiene mucho qué ver con aspectos materiales.

En nosotros está compartir grandes regalos que no se adquieren en ninguna tienda: Nuestro tiempo, nuestra alegría, nuestro entusiasmo.

Hacer esa llamada que tanto hemos estado postergando; invitar a nuestra casa a aquel familiar o vecino que de otra forma la pasará solo, para descubrir el gozo de compartir.

Proponernos en esta ocasión guardar cualquier palabra ofensiva y utilizar la creatividad para convertir cualquier momento negativo en motivo de comunicación y reconciliación.

Actuar de la mejor manera, tratando a otros como quisiéramos ser tratados. Y no nada más a familiares y amigos, sino en general, al toparnos con desconocidos en cualquier sitio público…

Cediendo el paso a esa persona que espera turno para hacerlo, sin mucha suerte hasta ahora. Siendo amables con el empleado, el vecino de fila, el empacador.

Si tenemos unas monedas para dar a quien nos ofrece un servicio, excelente, mas no absoluto. Cruzar unas cuantas palabras con ellos cubre en gran medida la necesidad que todo ser humano tiene de sentirse tomado en cuenta, en un mundo que tantas veces peca de indiferente y hasta hostil.

En lo pequeño, cuidando los detalles, afinando los modos, sazonando con gestos cordiales nuestro trato cotidiano. ¿Qué tanto nos cuesta, o nos cuesta acaso…?

A la vuelta de los años descubrimos que los momentos más significativos de nuestra vida han tenido más que ver con la compañía, con la convivencia, y muy poco con cuestiones materiales.

A sabiendas de que voy a incurrir en un acto de injusticia literaria, hoy traigo a colación una reflexión que leí en algún sitio que por desgracia no recuerdo: Jesús se hizo hombre y vino al mundo para darnos el regalo de vida eterna. Siendo rey eligió nacer entre pajas para que nadie, ni siquiera el más pobre se sintiera avergonzado frente a Él.

Hermosa reflexión que bien podríamos aplicar a nuestra vida en estos días y derribar aquellas barreras que nos separan de otros y nos llevan a enquistarnos en el ovillo de nuestros propios delirios. ¡Es tanto lo que nos perdemos al erigir muros y aislarnos! Siempre habrá algo qué aprender de otro ser humano, así sea el más sencillo del planeta; todo está en nuestra sabiduría para reconocer que en nada somos distintos, en nada superiores a ninguno.

Navidad: Hermosa ocasión para dejarnos envolver por la magia, con el asombro despierto para disfrutar más cada cosa que se nos presenta.

Excelente oportunidad para trabajar la sencillez, hermanarnos y ampliar nuestro círculo de afinidades.

Momento para tener presentes a quienes hoy la pasan menos bien que nosotros: A través de una llamada, una visita, una oración.

Desterrar las angustias que trae el consumismo de la temporada, y sustituirlas por el gozo de la dádiva inmaterial de nuestro tiempo, nuestra alegría, nuestro entusiasmo.

Asumir que Dios es el dueño de nuestros destinos, y a nosotros nos toca confiar en sus designios con total mansedumbre de hijos, y así gozar el aquí y el ahora.

Sea la Navidad ocasión de crecimiento para todos. ¡Felicidades!

COSAS NUESTRAS por Jorge Villegas

Regalos
Corrientes anticomerciales censuran el materialismo de los regalos navideños.
En la celebración cabe todo, los cánticos, las ofensas, las plegarias, lo que sobra son los regalos.  Y no se entiende por qué lo relacionan con la Navidad.
Lo que celebramos en verdad en la Nochebuena es que Dios nos hizo el mayor de los regalos: a su hijo primogénito para que Él pagara por nosotros nuestros pecados.
Los regalos de hoy que intercambiamos son débil memoria de aquel regalo sublime.
Por eso no dé justificaciones para regalar.  Simplemente está recordando una fecha gloriosa en la que recibimos el mayor de los regalos.
Regale lo que pueda y lo que quiera.  Pero dígale al regalado por qué lo hace, y por los méritos de quién.
Entre tantas cosas que hacemos mal en las celebraciones navideñas, regalar es la más significativa.
Un regalo sin condiciones ni ataduras, como lo fue el regalo de Belén.
Generosidad sin esperar nada a cambio.  No como dice el anuncio, gracias papá, ojalá se te regrese.
jvillega@rocketmail.com

Luciano Pavarotti y Plácido Domingo con música navideña:"O Holy Night"

Una noche de paz en la trinchera

Cuando irrumpió la Primera Guerra Mundial en 1914, lanzando la primera gran guerra europea del siglo 20, se aseguró a los soldados de ambos frentes que estarían en casa celebrando la victoria para la víspera de la navidad. Esa predicción resultó ser falsa. Los hombres de ambos frentes no regresaron a casa para la navidad. Al contrario, la guerra se alargó por cuatro años. Durante ese tiempo, 8,500,000 hombres habían perecido, y cientos de miles estaban muriendo por sus heridas. La "guerra que iba a acabar con todas las guerras" había cobrado un terrible número de víctimas transformando a toda Europa.
Sin embargo, uno de los eventos poco usuales de la historia militar tomó lugar en el frente occidental en diciembre de 1914 durante la víspera de la navidad. En la noche del 24 de diciembre, el clima había cambiado abruptamente, congelando el agua y el lodo de las trincheras en donde estaban los hombres apostados.
En el lado alemán, los soldados habían empezado a encender velas. Los centinelas británicos reportaban a sus oficiales en comando que las pequeñas luces parecían estar montadas sobre postes o sobre las bayonetas. Aunque estas lámparas iluminaban claramente a las tropas alemanas haciéndolas vulnerables a los disparos, los británicos se abstuvieron de disparar.
Aún más sorprendente, los oficiales británicos veían a través de sus binoculares que algunas tropas enemigas iban cargando sobre sus cabezas árboles de navidad con velas encendidas sobre las ramas. El mensaje era claro: los alemanes, quienes celebraban la navidad en la víspera del 24 de diciembre, estaban ofreciendo saludos festivos a sus enemigos.
A los pocos instantes del avistamiento, los británicos empezaron a escuchar una canción navideña cantada por unos cuantos soldados alemanes. Al poco rato, la canción estaba siendo entonada por todo el frente alemán. Las palabras que se escuchaban eran estas: "Stille Nacht! Heilige Nacht!" Las tropas británicas inmediatamente reconocieron la melodía "Noche de Paz" y empezaron a cantarla en inglés, junto con los alemanes.
El cantar "Noche de Paz" neutralizó rápidamente todas las hostilidades en ambos frentes.
De uno en uno, soldados británicos y alemanes dejaron sus armas aventurándose a territorio neutral, una pequeña y desvastada franja de tierra situada entre los dos frentes. Había tantos soldados de ambos bandos que a los oficiales se les evitó el que objetaran dicha situación.
Había surgido una paz y una tregua no declarada. Un testigo ocular de esta tregua no oficial fue Frank Richards quien anotó en su diario militar: "Escribimos Feliz Navidad en un cartelón. El enemigo había hecho lo mismo. Pronto, dos de nuestros hombres, arrojaron el equipo y saltaron del parapeto con las manos sobre las cabezas. Dos alemanes hicieron lo mismo. Entonces, los nuestros se fueron a encontrar con ellos. Se dieron la mano, y entonces todos salimos de la trinchera al igual que los alemanes." El Sr. Richards también comenta que algunos alemanes hablaban perfectamente el inglés, y uno de ellos dijo que estaba cansado de la guerra y que iba a estar muy feliz cuando todo terminara. Su contraparte británica estaba de acuerdo con lo dicho.
Esa noche, los que habían sido soldados enemigos estaban sentados junto a una hoguera colectiva. Intercambiaron pequeños regalos de entre sus pocas pertenencias: barras de chocolate, botones, insignias y pequeñas latas de carne. Estos habían sido hombres que horas antes habían disparado a matar, ahora estaban compartiendo las festividades navideñas y mostrándose fotografías de la familia.
Pasado un tiempo, la tregua terminó tal como había empezado, de común acuerdo. El capitán C.I. Stockwell, del regimiento de la Fusilería Real Galesa, recordó cómo, después de una verdadera "Noche de Paz,"él hizo tres disparos al aire, a las 8:30 a.m. del 26 de diciembre, y enseguida entró en la trinchera. Un oficial alemán, quien había intercambiado regalos con el capitán Stockwell la noche anterior, se apareció cerca de la trinchera británica. Ambos se inclinaron, se saludaron y el oficial alemán regresó a su trinchera. Momentos más tarde, el capitán Stockwell escuchó que el oficial alemán hacía dos disparos al aire, y la guerra había comenzado de nuevo.

El primer paso es difícil, pero vale la pena.

CONFETI DE LETRAS por Eréndira Ramírez

Y aquí estamos ya a escasos días de la Nochebuena, inmersos en el ambiente navideño, nadando a veces contracorriente para no ahogarnos por el consumismo, por los excesos.

Así es la Navidad, mucho comer, mucho gastar, desvelarse, pero  ¿En verdad es así la Navidad?

Dejamos que nuestra Navidad la diseñe gente extraña y no precisamente a la medida ya que a la mayoría nos queda demasiado grande.


¡Cómo quisiera dosificar todo lo que se vive en estos pocos días durante todo el año!

Tener la versión propia de mi Navidad, sin que me haga sentir menos, desgraciado o un verdadero Grinch. 

Dejar de ser víctima del consumismo, poder hacer sentir mi afecto sincero con pequeños detalles, con grandes acciones. 
Quisiera que los niños sepan que si existe Santa Claus, pero que no los convirtamos en monstruitos exigentes que quieren que su "cartita" sea cumplida al pie de la letra para que no se frustren, para que no sufran. 

Los padres que satisfacen todas las exigencias, los deseos de los niños les están fabricando ideas erróneas de lo que es el mundo, haciendo de ellos seres que jamás están satisfechos. 

Navidad es oportunidad para agradecer lo que tenemos, materialmente, afectivamente, para recordar a nuestros seres queridos,a los que ya dejaron este mundo o que se encuentran en él pero lejanos, sin hacer de esto la edición más dramática del año. 

Navidad sin excesos, con alegría, Navidad con sabor a paz, a unidad, fraternidad que se prolongue mas allá de estas fechas y que no sea un adorno más que guardaremos al lado de las esferas al terminar la época.

¡Feliz Navidad!

Espectáculo navideño con luces de colores

domingo, 14 de diciembre de 2014

CONTRALUZ por María del Carmen Maqueo Garza

¿QUÉ ESCENARIO ESCOGES?
La humanidad se divide en dos mitades: La de quienes aman el calor y en  invierno se deprimen, y quienes parecemos revivir en la medida en que las temperaturas van bajando y los días se acortan.  Es de este modo como las fiestas decembrinas, que celebramos con frío en el hemisferio norte, para algunos son motivo de tristeza, mientras que otros nos cargamos de energía a lo largo de la temporada.
Para la depresión invernal se han postulado muy diversas teorías, una buena parte de ellas tiene qué ver con la intensidad de la luz y sus efectos en la liberación de neurotransmisores, en tanto la otra  habla de esa melancolía que surge cuando recordamos a aquellos seres queridos que se nos han adelantado, cuya ausencia se patentiza más en esta temporada.
Lo anterior tiene mucho qué ver con la forma como enfrentamos la muerte en occidente.   Vamos avanzando por la vida y teniendo más edad, pero invariablemente nos comportamos como si la muerte nunca nos fuera a tocar a nosotros.   Son momentos contados, el fallecimiento de una persona cercana, o una situación que nos pone de manera personal en peligro de muerte, cuando cobramos plena conciencia de que como seres vivos, invariablemente tendremos un término de nuestra vida en el planeta, por más que pretendamos sacarle la vuelta.
Si partimos de la aceptación de la realidad de nuestra propia finitud, tendremos ocasión de disfrutar más cada día de vida, a partir de la consigna de que no hay segundas ediciones, y que lo que hoy desaprovechamos, no vuelve a repetirse de igual manera más delante.   Y por otra parte, al menos es mi caso, en ocasiones como la Navidad y el Año Nuevo tenemos la oportunidad de evocar momentos que pasamos con esos seres queridos que hoy ya no están con nosotros.  A partir de esa misma condición perecedera, las vivencias que tuvimos a su lado adquieren un cariz especial, que nos permite atesorarlas como dulces memorias.
En ocasiones es alguna tonada, un objeto de la colección de figuras navideñas, o algún aroma en la cocina, que nos transportan  como por magia a algún momento vivido años atrás con una de esas personas que hoy ya no están con nosotros.   La convivencia familiar  nos permite evocar juntos esas memorias, ensancharlas, enriquecerlas y profundizarlas, y así  transmitirlas a nuestros hijos como parte del patrimonio familiar intangible.
La receta de la abuela, o el sazón de  mamá…esa canción que cantaba con tanto gusto el padre, o el hermano, y que hoy lo trae nuestra memoria hasta colocarlo entre nosotros… son los momentos que vencen las barreras del tiempo y de la ausencia para enriquecer la convivencia familiar.
Sabemos que la depresión no se resuelve con decirle a la persona que la padece que ya no se deprima, pero con toda seguridad sí se ahonda cuando agregamos elementos satélite que vienen a reforzar ese sentimiento de tristeza inacabable.   La voluntad no es  suficiente para hacerla a un lado, pero en definitiva sí contribuye para evitar que nuevos elementos se sumen a la depresión para acrecentarla.
Un cambio de actitud mucho favorece: Si dejamos de recordar al ser querido que murió por su muerte, y comenzamos a recordarlo por lo mucho que nos regaló  en vida.
Si vamos enfocando las ausencias haciendo recuento de las bendiciones que recibimos.
Si nos ubicamos en pensar que ahora, como adultos, tenemos los elementos suficientes para construir un escenario a nuestro gusto, algo por lo que somos muy afortunados.
Si en vez de pretender inútilmente regresar a ese pasado que ya no existe,  comenzamos a vivir con toda la intensidad lo único real, que es el presente.
Si en vez de llorar los amigos que ya partieron, levantamos el teléfono y llamamos a aquel amigo que hemos dejado de ver; si invitamos a tomar un café a esa otra amiga, o  nos lanzamos a ampliar nuestro círculo de amistades.
Si en lugar de lamentar lo que no tenemos, o para lo que no nos alcanza el dinero, comenzamos a dar gracias al cielo por lo que sí tenemos, y de eso –mucho o poco—que nos pertenece, nos regalamos la dicha de compartir con el que no tiene.
¿Qué pasa en nuestro interior si dejamos de sentirnos víctimas y comenzamos a actuar como los directores de la historia de  nuestra propia vida?
Propongámonos ser esa persona con la que a todos les gusta convivir.  Desechemos el traje gris y harapiento, y vistamos al espíritu con  nuestras mejores ropas.
Nadie más va a venir a hacer por nosotros lo que nosotros mismos no queremos hacer para beneficio propio.

En nosotros está la libre elección; las opciones nos están esperando.

COSAS NUESTRAS por Jorge Villegas

Posadas
Nos encanta afirmar que la de las posadas es una bella tradición mexicana.
El peregrinar por la calle con cánticos navideños y cargando la figura de la Sagrada Familia, pidiendo posada durante ocho días hasta la Nochebuena.
Se cuentan también las golosinas, las colaciones, los tamales, los buñuelos y el ponche--quizá con un piquete clandestino.
Todo eso es la tradición, pero no tiene nada que ver con las posadas contemporáneas, que no son sino borrachera y comedera, pleitos y accidentes provocados por el alcohol.
En el súper no promocionan las figuras ni los adornos, el negocio es ofrecer vinos y más vinos con descuento.
Los cuerpos de socorro ya saben que estas madrugadas correrá la sangre y se armarán los pleitos entre los peregrinos.
Habría que volver de verdad a las posadas tradicionales.  Una fiesta de vecinos, de familia, de niños, aunque sea con ponche con piquete clandestino.
jvillega@rocketmail.com

100 años de maquillaje

Este video es más disfrutable por mujeres de más de cuatro décadas de vida, pues nosotras podemos decir con emocióhn: "!Yo recuerdo esa moda, y esa, y esa...!"

Para reír un rato: Escenario familiar con la llegada del primero, segundo y tercer hijo.


1er bebé: Las mujeres empiezan a usar ropa de maternidad tan pronto como el ginecólogo confirma el embarazo.
2do bebé: Usan su ropa común tanto tiempo como sea posible.
3er bebé: Su ropa de maternidad es  su ropa común.
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 Preparación para el nacimiento:
1er bebé: Practican las respiraciones religiosamente.
2do bebé: Ni se molestan en las respiraciones porque recuerdan que la última vez sirvieron de muy poco.
3er bebé: Piden una epidural desde el octavo mes.
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 La Ropa:
1er bebé: Lavan la ropa del bebé después de comprada, la coordinan por color y la doblan en la cómoda del bebé.
2do bebé: Se aseguran de que la ropa esté limpia y sólo desechan las que nos se pudieron desmanchar.
3er bebé: Los niños pueden usar rosa, ¿verdad? está de moda...es lo bueno de estos tiempos.
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Preocupaciones:
1er bebé: Al primer signo de ruido, quejido o mueca se levantan como resortes a ver al bebé.
2do bebé: Levantan al bebé sólo cuando sus chillidos amenazan con despertar al niño mayor.
3er bebé: Entrenan a su hijo de 3 años para que le de vueltas en la carriola cuando chille el huerco.
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Chupón:
1er bebé: Si se cae el chupón al suelo, lo guardan hasta que llegan a su casa para lavarlo y hervirlo.
2do bebé: Cuando el chupón se cae al suelo, lo enjuagan con jugo de la mamila del bebé y se lo dan.
3er bebé: Lo limpian con su playera o de plano así se lo vuelven a meter en la boca, bajo el principio de que “un poco de mugre refuerza las defensas”
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 Pañales:
1er bebé: Cambian el pañal de su bebé cada hora, lo necesite o no.
2do bebé: Cambian el pañal de su bebé cada dos o tres horas, si es necesario.
3er bebé: Tratan de cambiar su pañal antes de que otros se quejen del olor, o cuando ven que “aquello” ha escurrido  hasta las rodillas.
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Actividades
1er bebé: Llevan a su bebé al gimnasio de bebés, a la estimulación temprana, a la terapia de masajes de bebés.
2do bebé: Llevan a su bebé al gimnasio de bebés.
3er bebé: Llevan a su bebé al supermercado y a la tintorería, a las clases, partidos, piñatas o un sin fin de actividades de los hermanos mayores.
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Salidas:
1er bebé: La primera vez que dejan al bebé con niñera, llaman 5 veces para ver si está bien.
2do bebé: Antes de salir, se aseguran de darle un número a la niñera donde puede encontrarlos.
3er bebé: Le dejan instrucciones a la niñera de que les llame solo si ve sangre.
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 En Casa:
1er bebé: Pasan la mayor parte de cada día admirándolo.
2do bebé: Pasan algo de cada día asegurándose de que su primer niño no esté apretando, picoteando o pegándole al bebé.
3er bebé: Pasan un poco de tiempo cada día tratando de esconderse de sus hijos.
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Fotografías:
1er bebé: Desde el primer ultrasonido hasta el nacimiento una por semana, y luego al ritmo de una foto por hora hasta el año de edad.
2º bebé: Foto del eco, al nacimiento y una vez por mes.
3er bebé: Le piden al compadre que tome su primer fotografía, pues el celular se quedó sin carga.  Nada más.
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Tragado de Monedas:
1er bebé: Cuando su primer hijo se traga una moneda, corren al hospital y exigen rayos X. y cirujano pediatra
2do bebé: Cuando su segundo hijo se traga una moneda, cuidadosamente esperan a ver que salga por vía natural.
3er bebé: Cuando su tercer hijo se traga una moneda, se lo descuentan de su domingo. 

"Dar las gracias": Traducción de Juan López, tomado de You Tube

15 Cosas a las que debes renunciar para ser feliz: Del libro "Usted puede sanar su vida" de Louise Hay

# 1. Renuncia a tu necesidad de tener siempre la razón.
Muchos de nosotros que no podemos soportar la idea de estar equivocados. Al querer tener siempre la razón, tomamos el riesgo de acabar con grandes relaciones o causar una gran cantidad de estrés y dolor, para nosotros y para los demás. Simplemente no vale la pena. Cada vez que sientas la necesidad “urgente” de tener una pelea sobre quién tiene razón y quién está equivocado, hazte esta pregunta: “¿Prefiero tener razón, o prefiero ser amable?” ¿Qué diferencia va a haber? ¿Es tu ego realmente tan grande como para no poder evitarlo?

# 2. Renuncia a tu necesidad de control.
Debes estar dispuesto a renunciar a su necesidad de controlar siempre todo lo que le sucede a ti y alrededor tuyo – las situaciones, eventos, personas, etc... Ya sea que se trate de  seres queridos, compañeros de trabajo, o simplemente un extraño que te encuentras en la calle.
Permite que todo y todos sean tal y como son y verás cuánto mejor te hacen sentir.

# 3. Renuncia a la culpa.
Renuncia a tu necesidad de culpar a otros por lo que tienen o no tienen, por lo que sientes o lo que no sientes. Deja de desperdiciar tus cualidades y empieza a tomar la responsabilidad de tu vida.

# 4. Renuncia a tu diálogo interno de auto-derrota.
¿Cuántas personas están haciéndose daño a ellos mismos debido a su mentalidad negativa, contaminada y repetitiva? No creas todo lo que tu mente te está diciendo, especialmente si es negativo y contraproducente. Tú puedes ser mejor que eso.

# 5. Renuncia a las creencias que te limitan
Sobre lo que puedes o no puedes hacer, sobre lo que es posible o imposible. A partir de ahora, no permitas que tus creencias te limiten y te mantengan atrapado en el lugar equivocado. Abre la mente y experimenta.

# 6. Renuncia a quejarte.
Renuncia a la constante necesidad de quejarte de tantas, tantas, tantas cosas; personas, situaciones, o acontecimientos que te ponen infeliz, triste y deprimido. Nadie puede hacerte infeliz, ninguna situación puede hacerte sentir triste a menos que tú lo permitas. No es la situación que desencadena estos sentimientos en ti, sino la forma en la que eliges afrontarlo. Nunca subestimes el poder del pensamiento positivo.

# 7. Abandona el lujo de criticar.
Renuncia a la necesidad de criticar las cosas, hechos o personas que son diferentes a ti. Todos somos diferentes, pero a la vez semejantes. Todos queremos ser felices, todos queremos amar y ser amados y todos queremos ser comprendidos. Todos queremos algo, y ese algo es deseado por todos nosotros.

# 8. Renuncia a tu necesidad de impresionar a los demás.
Deja de intentar ser algo que no eres solo para hacer que otros te acepten. No funciona de esta manera. En el momento en que dejas de intentar ser algo que no eres, es cuando te quitas todas la máscaras, es el momento en que te aceptas realmente a ti mismo y desde luego encontrarás personas que se sentirán atraídas por ti, sin esfuerzo.

# 9. Renuncia a tu resistencia al cambio.
El cambio es bueno, te ayudará a moverte de A hacia B. El cambio te ayudará a hacer mejoras en tu vida y también en la vida de los que te rodean. ¡No te opongas! sigue tu camino y acepta el cambio.

# 10. Renuncia a las etiquetas.
Deja de etiquetar esas cosas, personas o eventos a las cuales no entiendes y  ves como raras o diferentes, e intenta poco a poco abrir tu mente. La mente solo funciona cuando está abierta.

# 11. Renuncia a tus miedos.
El miedo es sólo una ilusión, no existe, uno mismo lo crea. Todo está en tu mente. Corrige el interior, y el exterior se pondrá en su lugar.

# 12. Abandona las excusas.
Empaquétalas  y diles que están despedidas. Tu ya no las necesitas. Muchas veces nos limitamos debido a la gran cantidad de excusas que utilizamos. En lugar de crecer y trabajar en la mejora de nosotros mismos y de nuestras vidas, nos quedamos atascados, nos mentimos a nosotros mismos, utilizando todo tipo de excusas; excusas que el 99,9% de las veces ni siquiera son reales.

# 13. Abandona el pasado.
Lo sé, lo sé, es muy difícil. Sobre todo cuando el pasado se ve mucho mejor que el presente, y el futuro parece tan aterrador, pero hay que tener en cuenta el hecho de que el momento presente es todo lo que tienes y todo lo que siempre tendrás. El pasado que ahora estás anhelando y estás soñando, fue ignorado por ti cuando era tu presente. Deja de engañarte a ti mismo. Colócate en el  presente en todo lo que haces y disfruta de la vida. Después de todo la vida es un viaje, no un destino. Ten una visión clara para el futuro, prepárate, pero siempre está presente en el ahora.

# 14. Abandona el apego.
Este es un concepto que, para la mayoría de nosotros es tan difícil de entender y tengo que decir que fue para mí también y todavía lo es, pero no es algo imposible. Consigues ser mejor y mejor con el tiempo y la práctica. En el momento de desprenderse de todas las cosas, y eso no significa que renuncias a tu amor por ellas, porque el amor y el apego no tienen nada que ver entre sí; el apego viene de un lugar de miedo, mientras que el amor… bueno, el verdadero amor es puro, amable, y solidario, donde hay amor no puede haber miedo, y por eso, el apego y el amor no pueden coexistir... entonces  te vuelves tan tranquilo, tan tolerante, tan amable y tan sereno que  llegas a un lugar donde serás capaz de entender todas las cosas sin mayor esfuerzo. Un estado más allá de las palabras.

# 15. Renuncia a vivir tu vida con base en las expectativas de otras personas.
Demasiadas personas están viviendo una vida que no es la que deberían estar viviendo. Ellos viven sus vidas de acuerdo a lo que otros piensan que es mejor para ellos, viven sus vidas de acuerdo a lo que sus padres, sus amigos, sus enemigos y sus maestros, su gobierno y los medios piensan que es mejor para ellos. Ignoran su voz interior, esa llamada interior. Están tan ocupados con agradar a todo el mundo y cumplir las expectativas de otras personas, que pierden el control sobre sus vidas. Se olvidan de lo que los hace feliz, lo que quieren, lo que necesitan…. y, finalmente, se olvidan de ellos mismos. Tú tienes una vida, en este momento, por lo que la debes vivir, apropiarte de ella, y sobre todo no dejar que las opiniones de otras personas te distraigan de tu camino.

Flashmob: Beethoven navideño desde Plaza en Barcelona

domingo, 7 de diciembre de 2014

CONTRALUZ por María del Carmen Maqueo Garza

LOS ZAPATOS DEL OTRO
Quienes expresamos nuestras ideas por escrito no podríamos arrancarnos el ser propio para plasmar nuestra opinión de un modo totalmente objetivo, desprovisto de ese sello personal que todo ser humano imprime a cuanto hace.  De esta manera, para expresar lo que voy a decir, debo partir de un hecho muy personal, me fascina la temporada navideña, que de alguna manera me remite a los años de infancia en la cual todo se hallaba revestido de una particular magia que no se manifiesta con tanta intensidad durante el resto del año.
Claro que la Navidad cuando uno llega a la edad adulta tiene sus bemoles, aunque conserve la magia: Hay gastos, aglomeraciones, y con tristeza, saldo rojo, por más que se han implementado programas preventivos para disminuir la tasa de accidentes asociados a conducir bajo los efectos del alcohol. 
En particular ese asunto de las aglomeraciones en los sitios públicos, con los consecuentes desórdenes de todo tipo, llega a exasperarme.
Esta mañana en el estacionamiento de un centro comercial tuve que esperar buen rato a que se desocupara un cajón para estacionarme, y justo cuando me tocaba ocuparlo apareció un vehículo en sentido contrario y simplemente lo invadió.  Esperé a que la conductora se apeara del vehículo para reclamarle su actuación, su respuesta fue por demás cínica, me vio, me escuchó, dijo “ni modo” y se alejó.
Siendo honesta, me quedé trinando, y en esos minutos me reproché a mí misma no tener la costumbre de proferir palabrotas, porque la ocasión lo ameritaba, pero en fin, para mi buena fortuna en ese momento quedaba libre  otro cajón más delante, y ya pude estacionar mi vehículo.
Entré a la tienda aún contrariada, y en el justo momento cuando tomaba un pasillo  sentí un fuerte golpe provocado por el carrito de mandado que llevaba   una mujer de mediana edad,   y andando  yo todavía como agua para chocolate, le señalé que se me había echado encima, que tuviera más cuidado.  Ella se detuvo y de inmediato se disculpó indicando que era ciega de un ojo, de modo que quedé fuera de su campo visual, lo que provocó el accidente. Me describió la forma como una infección adquirida en la infancia le había lesionado el nervio óptico, perdiendo la visión de ese ojo.  Terminamos platicando, y yo relatándole el motivo de mi irritabilidad, por el incidente del estacionamiento.
Me traje a casa una gran lección.  Es muy humano que acostumbremos juzgar y hasta condenar la conducta de otros partiendo de la propia persona: “yo en su lugar haría”, o “yo no haría”, y demás.  De hecho, esa costumbre de personalizar las cosas, se asocia a cuadros depresivos, pues si algo que otros hacen y de algún modo  me afecta,  lo tomo como si lo hicieran contra mí, voy a acumular sentimientos negativos y a ver dañada mi autoestima.
Una de las piezas clave en la situación política del país, es que sentimos que nuestros gobernantes carecen de sensibilidad para comprender al ciudadano de a pie.  Criticamos que con la mano en la cintura emprenden medidas que afectan nuestra economía más y más, pues ellos con sus salarios y prebendas jamás pasarán los apuros de un padre de familia de clase obrera, que por más que doble turno y trabaje en sus descansos, no logra darse abasto con los gastos del hogar.  Y sentimos que el presidente poco o nada se ha preocupado por acercarse con el corazón en la mano a los padres de los 43 desaparecidos, y que parece que vuelve a recurrir al discurso político en lugar de ponerse  en su lugar de forma auténtica y abrazarlos.
Esa misma falta de sensibilidad la hallamos en diversos lugares públicos, en particular en épocas como las fiestas decembrinas cuando surge la gran paradoja: Para festejar el nacimiento del que más nos ha amado, emprendemos la guerra contra el que se nos ponga enfrente, como si fuéramos dueños del planeta.
La lección que hoy aprendí, además, es que un individuo que arremete contra otros, primero que nada está enojado consigo mismo.  A mí me podrá durar tres o cinco minutos el mal rato que me provoca su conducta, pero él se tiene que aguantar a sí mismo toda una vida, lo que lleva a convertirlo en un círculo vicioso fatal.
Hoy me he propuesto no permitir que momentos negativos como ese  contaminen el resto de mi tiempo, pues no vale la pena.  Y que detrás de una agresión se oculta alguna situación que,  aun cuando no vemos o entendemos, existe y daña a esa persona que a su vez reproduce el  daño.

Ponernos en los zapatos del otro: Se dice muy fácil pero es una gran tarea, que como sociedad no nos vendría mal  comenzar a practicar en esta Navidad.

COSAS NUESTRAS por Jorge Villegas

Tributo
En China era costumbre que si morías lejos de casa tenían que traerte a enterrar a la tierra de tus padres.
Tus amigos se ponían de acuerdo para ir por el féretro y traerlo caminando.
En cada pueblo el cortejo se detenía y contaba a gritos sus méritos y logros, para provocar la admiración de la gente.
Así en el camino iba juntando una pequeña multitud de amigos y de admiradores, para un funeral digno y merecido.
Decían que eran unos funerales que tomaba muchos años organizarlos.
El futuro difunto empezaba por granjear amigos fieles y acumular méritos dignos de encomio.
Así se procura vivir para organizar un buen final.
jvillega@rocketmail.com

Todos somos uno: Profunda reflexión

Gracias, Benito por tan hermosa sugerencia.

Propuesta de temporada (y por qué no, para todo el resto del año.)

RECUPEREMOS VALORES
(Aclaro, la propuesta no es mía, la tomé de la red.)

Con todo lo indignados que estamos ahorita los Mexicanos por sentir que la esencia de México está desapareciendo entre tanta violencia, les propongo algo:

Hagamos algo por alguien sin esperar nada a cambio:

Pagarle la cuenta del súper al trabajador que está juntando monedas para comprar su comida...

Dejar pasar al coche de adelante,..

Regalarle un súeter a un niño de la calle...

Llevarle un café al guardia de la esquina,..

Dejar pasar en la fila a la persona que trae prisa atrás... 

Busquemos oportunidades para hacer algo bueno por los demás, y enseñemos a nuestros hijos a hacer lo mismo.

La esencia de México siempre ha sido la calidez de su gente, recuperémosla y causemos una reacción en cadena. 

Promovamos estas acciones  ya, de inmediato,  sobre todo con el ejemplo...

Fuente original: Portal "RANDOM ACTS OF KINDNESS" http://www.randomactsofkindness.org/

Origen del Nacimiento cristiano por el Padre José Aguilar

CONFETI DE LETRAS por Eréndira Ramírez

¡¡En nombre del cieeeeeloooo...!!
Ya llega, ya se aproxima el tremendo maratón Lupe-Reyes, aunque muchos ya adelantaron con ejercicios de calentamiento por aquello de que no alcancen los días para desempeñarse como buen atleta de alto rendimiento en esto de festejar fiestas decembrinas.

 Hay que hacer gala de vitalidad, de buen estómago, de poca conciencia sobre aquello de contar calorías, de saber huirle al alcoholímetro....que no quede huella, que no, que no, ¡¡que no quede huella!!

Lancémonos intrépidos y felices a esta faena, tiempos de amor y pues la paz ahí luego la buscamos, porque quién se queda sin correr esta tremenda carrera que es todo un desafío a lograr llegar a la cuesta de enero y no sucumbir en ella.

¿¿¿Noche de paz??? como tantas cosas en esta vida, algo nace con un propósito y termina convirtiéndose en algo totalmente distinto, pero igual que ante muchas de ellas, nos unimos a esta forma de festejarla, porque así es, porque alguien dijo que Navidad es pachanga, es gasto, es carrera, es desvelo, aderezado claro está con una cantidad suficiente de alcohol, si no,¿ pues que Navidad es esa? 

Esperemos que entre todo esto no se pierda al menos el reencuentro con el afecto, con el amor, y aunque no tengamos claro el significado de estas fiestas, haya, no solo ganancia de kilos, endeudamiento y después remordimientos... Que nos deje un la satisfacción de haber aprovechado estas épocas para reencontrarnos con los seres queridos, para acortar distancias en el afecto, para no solo comer y beber con los demás sino también abrazar y de corazón unirnos con ellos, para desear a los que nos rodean, sinceramente y sin reservas, que vengan tiempos de paz.

Grupo musical Golden Bells de Atlanta con música navideña.

Este es un video publicado por mi primo Frank Buttler Jr. Él y parte de su familia forman parte del grupo "Golden  Bells" de la Iglesia Presbiteriana en  la ciudad nortamericana de Atlanta, que  se especializa en dar conciertos en la  época  decembrina. Con este video iniciamos las entregas navideñas semanales de la temporada en el blog.

domingo, 30 de noviembre de 2014

CONTRALUZ por María del Carmen Maqueo Garza

DICIEMBRE ESPECIAL
En su obra centenaria intitulada:”Meditaciones del Quijote”, el filósofo español  José Ortega y Gasset plasmó una expresión que a la fecha  tiene total vigencia: “Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo.”  Como parte de la corriente del Perspectivismo, a la cual se adhiere Ortega en esa etapa de su vida,  propone que el hombre está marcado por todos aquellos elementos que le rodean, y por ende lo definen.  Ello me viene a la memoria ahora precisamente, cuando la oleada tecnológica nos abarca a todos con tal fuerza, que aun cuando no participemos directamente en el manejo de las tecnologías de la comunicación y la información,  ellas nos influencian.

Dentro de este fenómeno, ya sea como consecuencia o aparejada al mismo, se desarrolla una corriente consumista de la que difícilmente podemos escapar.  En las últimas semanas se han llevado a cabo ventas y promociones cuyo origen es el “Viernes Negro” norteamericano, fecha en la cual se botan productos remanentes en bodegas y almacenes, a muy bajos precios.  En torno a este evento se han tejido incontables historias que dan cuenta del grado de desquiciamiento que llega a alcanzarse en aquel mar de compradores.  Muchos de ellos regresan a casa con una cantidad enorme de productos que no necesitan, pero que adquirieron   impulsados por los bajos precios  de la ocasión.

La versión mexicana de viernes negro inició hace unos cuantos años; bajo el nombre de “El Buen Fin” los comercios mexicanos han querido emular  las ofertas norteamericanas, lo que para muchos compradores ha representado el problema de un sobre-endeudamiento con tarjetas de crédito, que luego se sufre para pagar.

Ahora que está por comenzar diciembre, y el espíritu navideño nos invade, habrá que estar atentos a nuestros gastos, cuidando de no convertir la algarabía decembrina en un dolor de cabeza para el próximo año.  Con gran facilidad caemos en las trampas del mercantilismo, al punto  convencidos de que el amor y la amistad  se miden de acuerdo a  cuánto gastemos  en nuestros obsequios.
 
Este año, que sin lugar a dudas ha sido difícil en lo económico para la gran mayoría de  los mexicanos, es una excelente ocasión para nivelar la escala de valores y comenzar a manifestar nuestros afectos de otra manera.   En poca estima nos tenemos como personas cuando actuamos haciendo regalos costosos para demostrar nuestro cariño.  Con los más pequeños, más que obsequiarles el “gadget” que acaba de salir a la venta, ¿por qué no darles un artículo menos costoso, y acompañarlo de algo invaluable, como sería  un tiempo exclusivo  para estar con ellos?

Nos quejamos de vivir en una sociedad muy materialista, en la que te ven y te tratan de acuerdo a lo que tengas o presumas.  Pero, ¡vaya! la sociedad somos nosotros, y mientras no modifiquemos nuestra perspectiva para ver las cosas (cual señalara Ortega hace cien años), nada va a cambiar.

Como para tantas otras cosas en esta vida, habrá que administrarnos para las compras de temporada.  Definir cuánto tenemos, cuánto podemos gastar sin que ello implique apuros más delante, pero sobre todo, comenzar a valorarnos unos a otros de maneras distintas.  Regalar algo que lleve nuestro sello de autenticidad personal, no hay límite para la imaginación, pero sobre todo, armar al lado de nuestros seres queridos  tiempos de sana y armoniosa convivencia,  que deriven más delante en recuerdos imborrables.
No dejar fuera de nuestras listas a los que menos tienen, y a quienes un par de calcetines, o un cobertor de medio uso, o un paquete de galletas, puede ser el mejor regalo de su vida.  Dar algo a esas personas que no tienen manera de correspondernos es apostarle al corazón del ser humano.

“Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo”.  Estamos atravesando por tiempos muy difíciles como nación.  Problemas sociales crónicos se agudizan de manera alarmante, y las soluciones que se proponen no parecen atacar el problema de raíz.  Ello nos ha  vuelto temerosos, suspicaces, desconfiados, de manera que se vuelve necesario en estas condiciones, reforzar los afectos y los lazos hacia los seres queridos.  Hoy más que nunca se impone la solidaridad, las buenas acciones, el premiarnos unos a otros con momentos de compañía y de tranquilidad.   Es hora de salvar esas circunstancias que de otra manera nos habrán de carcomer y minar; tiempo de demostrar y demostrarnos  de qué madera estamos hechos los mexicanos.

Que no nos ganen las angustias y los apremios; que no nos atrapen los afanes mercantilistas.  Comencemos un diciembre especial, transformador, enriquecedor y altamente humanista, para bien propio y de los nuestros, hoy más que nunca.

COSAS NUESTRAS por Jorge Villegas

"Chespirito"
Antes de ponerlo en su tumba ya están elevando a los altares al comediante "Chespirito" como si fuera genial, que lo era, como si fuera perfecto, que no lo era.
   Comenzando por su apodo, lo de "Chespirito" es una descomposición del nombre con el que aceptó que lo bautizaran sus amigos, chakespearito.
   Uno de los mitos es que él era un talento musical excepcional.  La verdad es que el tema del Chavo es tomado de la Marcha Turca de Beethoven.
   El tema musical del Chapulín Colorado es la música del desfile eléctrico de Disneylandia, y el gráfico de entrada con un corazón con fuegos pirotécnicos era idéntico a la entrada del programa "Divorcio a la Mexicana".
   En lo personal fue adúltero y abandonó a su esposa y 6 hijos.  Litigó para arruinar a la "Chilindrina" y a "Kiko" por querer actuar por sí mismos, por todo eso no hay que proclamarlo como el santón del humorismo, sino como un hombre genial y muy creativo.  La expresión universal es que a todo mundo nos recuerda que fuimos niños y nos carcajeábamos con el "Chapulín Colorado" y con el "Chavo del 8".
   Muchos méritos para un artista mexicano con proyección internacional.  Con virtudes y defectos quedará en la memoria inocente de los mexicanos.
jvillega@rocketmail.com

Orquesta, Coros y Danzas Kohar de Armenia

Increíble espectáculo en vivo y magnífico trabajo de edición. Gracias, Benito por el aporte.

Reflexiones sobre la vida por Pablo Neruda

No culpes a nadie, nunca te quejes de nada ni de nadie, porque fundamentalmente tú has hecho tu vida.

Acepta la responsabilidad de edificarte a tí mismo, y el valor de acusarte en el fracaso para volver a empezar otra vez, corrigiéndote.

Nuca te quejes del ambiente o de quienes te rodean, hay quienes en tu mismo ambiente supieron vencer. Las circunstancias son buenas o malas según la voluntad o la fortaleza de tu corazón.

Aprende a convertir toda situación difícil en una arma para luchar.

No te quejes de tu pobreza, de tu soledad o de tu suerte, enfréntate con valor y acepta que de una u otra manera son el resultado de tus actos, y la prueba que has de ganar.

No te amargues de tu propio fracaso ni se lo cargues a otro, acéptate ahora ó seguiras justificándote como un niño.

Recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar, y que ninguno es tan terrible para claudicar.

Deja ya de engañarte, eres la causa de ti mismo, de tu necesidad, de tu dolor, de tu fracaso.

Si tu has sido el ignorante, el irresponsable, tú, únicamente tú, nadie pudo haber sido tú.

No olvides nunca, que la causa de tu presencia es tu pasado, como la causa de tu futuro es tu presente.

Aprende de los fuertes, de los valientes, de los audaces, imita a los enérgicos, a los vencedores, a quienes no aceptan situaciones, a quienes vencieron a pesar de todo.

Piensa menos en tus problemas y más en tu trabajo, y tus problemas sin alimento morirán.

Aprende a nacer desde el dolor y a ser más grande, que es el más grande de los obstáculos.

Mírate en el espejo de ti mismo.

Comienza a ser sincero contigo mismo, reconociéndote por tu valor, por tu voluntad y por tu debilidad para justificarte.

Recuerda que dentro de ti hay una fuerza que todo puede hacerlo; reconociéndote a tí mismo más libre y más fuerte, dejarás de ser un títere de las circunstancias, porque tú mismo eres tu destino.


Levántate y mira por las mañanas, y respira la luz del amanecer.

Tú eres la parte de la fuerza de la vida.

Ahora despierta, camina, lucha.

Decídete de una vez y triunfarás en la vida.

Nunca pienses en la suerte, porque la suerte es el pretexto de los fracasados.

Travesuras de un conejito

¡Simpatiquísimo conejito cuyas travesuras me recuerdan las de nuestra amada mascotita!

CONFETI DE LETRAS por Eréndira Ramírez

Me pregunto ¿quién complicó tanto las cosas...?

¿Quién hizo de la felicidad algo inalcanzable...?

¿Quién nos confundió creyendo que solo estaba hecha para unos cuantos...?

¿ Quién hizo de la felicidad un producto que no se oferta a pesar de tanta demanda...? 

La felicidad se escondió tras el materialismo, la banalidad, la pobreza espiritual, la ambición desmedida, el egoísmo, la pérdida de la fe en una religión, en la humanidad, en la vida misma. 

Sigo creyendo que la felicidad existe y más allá de encontrarse en un objeto material, escondida en una tienda, en una cuenta bancaria, o en  la búsqueda de un buen envase físico que no lleva dentro  un contenido valioso, la felicidad está en el reencuentro del hombre con el hombre, con Dios, consigo mismo, con la paz, con valorar todo aquello que lo rodea y en el deseo de perpetuarlo para las generaciones futuras.

En restaurar lo dañado, en recuperar la confianza, en compartir el mundo con justicia, con equidad, donde el esfuerzo personal tenga un valor real y repercuta en un bien social. 

Que cada día tengamos, por duro que sea el presente, una dosis suficiente de felicidad que aliente a esperar tiempos mejores.

Richard Turere: Puede más la imaginación que cualquier otra cosa

Magnífica plática de TED Talks impartida por un niño keniano autor de un gran invento que protege lo propio respetando el ecosistema. ¡Eso se llama creatividad para resolver un problema sin causar daño!

domingo, 23 de noviembre de 2014

CONTRALUZ por María del Carmen Maqueo Garza

RENACER ENTRE LLAMAS
Podríamos aventurar que, después del de 1910, este 20 de noviembre ha sido el más singular por diversos motivos: Por primera vez se suspende el tradicional desfile en la ciudad de México, a la vez que se generan marchas y concentraciones populares  a lo largo del territorio nacional y  en todo el orbe, hermanados por causas  que nos duelen a todos los mexicanos, y que indican que el país requiere un cambio  radical como medida urgente, ante una crisis de salud institucional muy profunda.
En estas semanas se han  publicado opiniones en todos los sentidos, desde  algunas de fuentes reconocidas y bien informadas, hasta irresponsables incitaciones al desorden y  la destrucción.   Cada frase y cada evento han sido  interpretados con  humor ácido a través de los famosos “memes”, amalgama de creatividad  e inconformidad ciudadana.  Claro, ello es una muestra más del hartazgo popular ante  condiciones sociopolíticas y económicas que  colocan al país al filo del risco, como hace cien años no ocurría.
Por su parte grupos colegiados emiten su análisis y proponen directrices para el cambio.  Uno de ellos, que hallo  muy serio y profesional, es el Instituto de Estudios para la Transición Democrática (IETD), que justo esta semana publica un valioso texto intitulado “Las ruinas de un Futuro que no llegó”, cuya lectura  me permito recomendar ampliamente en http://www.ietd.org.mx/mexico-las-ruinas-del-futuro/
Los firmantes proponen siete temas cuya revisión es necesaria para recomponer al país, y que aquí esbozo:
1) Los Derechos Humanos como eje central de los debates y políticas que se emprendan.  Infiero, no es posible querer codearse con las grandes potencias mundiales cuando hay asignaturas pendientes en rubros de salud, educación, infraestructura urbana y seguridad, entre otros.
 2) La atención a víctimas como un asunto de alta prioridad: El sistema jurídico que no atiende, que desoye o desacredita a las víctimas de la delincuencia, simplemente no funciona.  La salida fácil de inculparlos antes de investigar, o de guardar a los delincuentes en el limbo de la impunidad, es en parte lo que ha puesto al país de cabeza.
3) Es urgente revisar y rehabilitar el poder municipal, pues es justo en ese nivel de gobierno en donde la delincuencia organizada presiona o corrompe, con los consecuentes fatales resultados. La descomposición política, social y moral nos ha rebasado en mucho.
4) Con relación a la impartición de justicia,  hay crisis en el corazón mismo del estado de Derecho. No es posible que los órganos colegiados se inclinen a favorecer a los grandes criminales, mientras ignoran el destino de  tantas víctimas.
5) Trabajar por combatir la pobreza y la desigualdad.  No se trata de generar y mantener pobres, sino de trabajar por sacarlos de la pobreza y apostar por su autosuficiencia.
6) Combate a la corrupción y rendición de cuentas. Para el proyecto de país que demandamos todos los mexicanos, es menester una rendición de cuentas puntual, oportuna y abierta, que no dé pie a suspicacias.
7) Estamos viviendo una crisis de representatividad, de administración de la función pública, y de capacidad de respuesta  del Gobierno ante los graves problemas del país.  Se requiere de diagnósticos puntuales hechos por especialistas en cada tema.
Viene a mi mente la leyenda del Ave Fénix, que más allá de renacer de entre las cenizas, de manera periódica ella misma, para reproducirse,  prende fuego a su nido y surge de entre el fuego con sus alas encendidas cual llamas.
A estas alturas del partido, haya sido resultado de corrupción, de mala planeación, o de fallas en la ejecución y seguimiento, el asunto es que tenemos un Estado fallido que a todos nos compete.   La voluntad ciudadana existe, ahí está palpitante dentro de nuestro pecho, sin embargo nada bueno se lograría si no la sometemos a la batuta  del pensamiento racional.  Por su cuenta como bestia desbocada no podría abonar a un proyecto firme de nación.
Queremos un país donde reine la paz,  con oportunidades de trabajo que satisfagan las necesidades de cada familia mexicana.   Ya estamos cansados de vivir como rehenes de la delincuencia, ante el pasmo de las autoridades del orden.
No hemos dejado de creer en las instituciones, a pesar del  desempeño errático de muchas de ellas. Queremos retomar la historia justo donde la dejaron nuestros padres y abuelos, confiados de que nosotros como herederos sabríamos responder.  Queremos poder entregar a nuestros hijos un patrimonio de nación del que se sientan afortunados y orgullosos.

Habrá qué exigir a  nuestros gobernantes que se alejen de los reflectores, dispuestos a meter los pies en el barro, para enderezar la encallada nave entre todos.

COSAS NUESTRAS por Jorge Villegas

Imagen
Un viajero mexicano se ofendió por el trato que le dieron al entrar a un país europeo.
Un guardia de migración le preguntó "¿Viene de México?" y se pasó el dedo por el cuello.
Esa es la imagen nuestra.  Decapitados, colgados de los puentes, las fosas clandestinas.
En la aduana su equipaje fue revisado aparte con mayor rigor.
Como les pasaba a los colombianos, creen que todos somos sospechosos de traer drogas.  Así de maltratada está nuestra imagen.  En parte, por nosotros mismos.
Nos tomará años para que nos vean como país en paz y orden.  Y ya hay que empezar.
jvillega@rocketmail.com

Solo para cello de John Tavener. Solista Borislav Strulev

Manifiesto de un niño


Para valientes solamente

La nueva Montaña Rusa del mundo en Orlando, Florida. ¿Quién dijo yo...?

CONFETI DE LETRAS por Eréndira Ramírez

Solo debe ser una confusión.

Esto no puede estar sucediendo, por lo menos no puede ser por una deliberada forma de actuar del ser humano de ir en contra de los principios básicos de convivencia, de justicia, de equidad.

Nos está tomando un tiempo ya muy largo reconocer y desempeñar correctamente nuestra labor en este mundo.

Se nos han dado mensajes poco claros, se nos habla de amor al prójimo, pero se proclaman guerras, guerras que persiguen poder, dominio. en nombre de la defensa de la paz, de las creencias.

Se nos dice que el valor máximo es ser y no tener, pero se le rinde honores a quien más tiene sin importar mucho cómo lo obtuvo.

Admiramos a quienes títulos ostentan, desde nobleza, a títulos deportivos, a títulos de propiedades.

Se pagan millones por un gol, o un jonrón, mientras millones de seres humanos sufren de hambre y viven en condiciones deplorables.

Se gobierna por obtener poder y riqueza y se cubre la ambición con dádivas, caridades, mas nunca por la búsqueda de la dignidad del gobernado.


Debe ser una milenaria confusión, hemos errado los caminos y llegado a un destino equivocado.

Pero mientras haya vida, se dice, hay esperanza, y en los corazones de muchos de nosotros, de jóvenes, de niños, se encuentran las fuerzas, el deseo, el ánimo por corregir el rumbo.

Nos hemos confundido solamente, pero aún este barco no se ha hundido, navegando a la deriva en aguas turbulentas, esperando ser rescatado por la conciencia, por el corazón, por el espíritu de una humanidad que reconozca el error y busque corregirlo.

Festival Internacional del Globo en León, Guanajuato

domingo, 16 de noviembre de 2014

CONTRALUZ por María del Carmen Maqueo Garza

APUESTA POR LA PAZ
Tal es el grado de avance de las tecnologías de la información y comunicación, que parece haber provocado un agotamiento de nuestra capacidad de asombro.  El hecho de tener conocimiento en tiempo real de eventos que suceden al otro lado del mundo es algo que los jóvenes nativos digitales hallan natural, pero que para quienes migramos de la información tradicional previa a  la Internet, no deja de resultar extraordinaria.

Un cambio de tal envergadura no podía dejar de impactar la forma de pensamiento y de organización de las sociedades.  El que yo sepa en este momento cuántos muertos por ébola ha habido en África del Oeste me empodera en muchos sentidos, pues me permite diseñar una forma de prevenir esa enfermedad remota en mi vida personal.  De igual modo esta accesibilidad nos encamina en otros sentidos no tan plausibles.

Después de “Teotihuacan” o de “Guadalupe”, me aventuro a afirmar que la palabra “Ayotzinapa”, al menos en estas últimas seis semanas, es la que más identifica a México en el mundo.  Hemos visto cómo en puntos geográficos por demás distantes la juventud se manifiesta a favor de que regresen con vida los 43 normalistas desaparecidos hace mes y medio, lo que, con el paso del tiempo, se antoja imposible.  Pero el impacto mediático que una tragedia estudiantil ha despertado en todo el orbe, es un parteaguas en la historia de la comunicación mediada por computadora.

Soy la primera en reconocer que la desaparición de estudiantes significa al país algo así como un gran furúnculo que crece, explota y riega su contenido.  Debajo de él se han dado, a lo largo del tiempo, condiciones para que un evento de esta naturaleza suceda, y que de manera cínica se pretenda manejar como cualquier cosa.  Sin embargo resulta que a la vuelta de los días y las semanas el movimiento se ha ido desvirtuando; se han subido al carro de los reclamos grupos de agitadores que poco o nada tienen que ver con la preocupación de los padres de familia porque aparezcan sus hijos.  Comienzan los saqueos, la afectación a particulares y los destrozos a bienes de la nación, otra vez, ante el pasmo y parálisis de las autoridades del orden.

No somos uno ni dos los que percibimos como preocupante este estado de cosas, pues los ánimos se inflaman y el caos reina, para beneficio de personajes oscuros que poco o nada tienen qué ver con la causa original, y que hacen del desorden y la rapiña su “modus vivendi”. Los que pagan los platos rotos son miembros de la iniciativa privada que a su vez son patrones de trabajadores y obreros que de esa fuente obtienen su diario sustento.

En un pequeño ejercicio de  imaginación: ¿Qué pasa si esos grupúsculos incendiarios van proliferando a lo largo y ancho del territorio nacional? Con el bloqueo de las vías de comunicación se paraliza el transporte, y con ello se colapsa el comercio.  ¿Resultado? La escasez, el encarecimiento y el mercado negro.  Con la destrucción de bienes muebles e inmuebles de la nación se presentará una crisis administrativa de las instituciones, que no abona en nada a favor del crecimiento como nación.  Y por último, se pone en riesgo la integridad y la vida de ciudadanos para nada responsables de la desaparición de los 43 muchachos.
De alguna manera, lo que inició como un movimiento de apoyo a los familiares de los desaparecidos, se viene convirtiendo en una barbarie mediante la cual el que menos gana es el país.

Retomando lo que tiene que ver con redes sociales, habrá que recordar que es responsabilidad de cada uno de nosotros analizar la información que circula en ellas; utilizar nuestra capacidad crítica para disecarla fibra a fibra y decidir con qué nos quedamos.     No podemos dejarnos llevar de manera visceral por uno u otro dicho; habrá que atender a fuentes serias, bien documentadas y honestas en sus propósitos, para conformar nuestro personal punto de vista con relación a lo que está sucediendo en el país.

Recuerdo una máxima de labios de mi padre, de la que soy una convencida: “Más vale una paz relativa que la mejor de las guerras”.  Jamás la violencia será capaz de imponer la paz entre los pueblos; jamás los actos bárbaros han abonado al orden de las naciones.  Necesitamos, como sociedad civil, apostar a la recuperación de las instituciones; urge sanearlas de afanes mercantilistas que las corroen y corrompen.

Necesitamos organizar un frente cívico capaz de vigilar y evaluar la limpia y la vuelta al cauce de las instituciones a la fecha  debilitadas, desacreditadas y torcidas por el mal ejercicio de la función pública.

Hagamos valer una voz ciudadana bien informada, congruente, propositiva y valiente, por el bien de nuestra bendita patria.

COSAS NUESTRAS por Jorge Villegas

Intercambio
Sería bueno intercambiar brigadas de información con la Coordinadora de Maestros.
Que nos visiten y nos cuenten por qué siempre están en paro, queman escuelas y tienen a sus alumnos sin clases.
Que nos justifiquen por qué las plazas han de ser hereditarias, por qué consideran servilismo aprender inglés, y por qué pasan más tiempo en el Zócalo capitalino que en las aulas.
Nosotros tendríamos el compromiso de avisarles que ya estamos en el siglo 21, que el "latín" universal ahora es el inglés que facilita los empleos, lo mismo en Oaxaca que en Suiza.
Que se enseñe a los escolares de Oaxaca idiomas indígenas como optativa cultural, no como herramienta para trabajar y hacerse productivo.
Compartirles que en todo empleo hay que evaluarse y seguir capacitándose.
Que dirigir la educación es tarea del gobierno, no de los propios maestros.
jvillega@rocketmail.com

Kiyehenni: Música popular turca con Yaybahar y voces.

MÉXICO alma esencial: El nuevo libro de Chico Sánchez

A Chico Sánchez lo hemos ido conociendo en este espacio a través de sus excelentes colaboraciones, profesional de la fotografía muy comprometido con el medio ambiente en todas sus manifestaciones.  Su actual obra captura la esencia de México a través de los objetos, de la arquitectura y de la naturaleza, con especial énfasis en la vida animal.  El excelente trabajo de edición nos va llevando a través de hermosas imágenes a abarcar una a una las inquietudes del fotógrafo español radicado en México que se deja cautivar por los elementos culturales que  le rodean, y que  acaricia con su lente nuestro entorno para convertirse en el continuo descubridor de las riquezas que nos pertenecen como mexicanos.  Se asombra frente a nuestros tesoros naturales y artesanales, y simpatiza de modo particular con la idiosincrasia que nos convierte en lo que somos, una amalgama de asombros, magia, buen humor y creatividad.
Gracias, Chico por recordarnos, precisamente en estos tiempos, cuán  afortunados somos como mexicanos.
Chico Sánchez con sus amados gatos y su nuevo libro.
En  "MÉXICO alma esencial", como ocurrió con su primera obra, nos topamos con una edición de lujo de  pasta dura y un cuidadoso trabajo editorial.  Quiero recomendarlo como una excelente opción de regalo navideño, con un precio mucho muy accesible (costo del libro y envío), tomando en cuenta la calidad de su presentación.  
Pueden ponerse en contacto con el autor a la dirección: chicosanchezphoto@gmail.com