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sábado, 13 de noviembre de 2010
domingo, 7 de noviembre de 2010
CONTRALUZ; Noviembre 7, 2010
DE OBAMA A LOS APETITOS
María del Carmen Maqueo Garza
Una noticia de gran relevancia durante esta semana ha sido el revés que sufrió Obama en las elecciones intermedias de la Unión Americana. El partido republicano recobra fuerza y ahora Barack Obama tiene nuevos elementos que vigilarán estrechamente su trabajo como presidente de la nación más poderosa del mundo. Y quizás quede fuera de la contienda para una eventual reelección.
En estricto apego a la verdad Obama reconoció públicamente sus errores frente a este nuevo escenario político. La figura carismática de campaña fue sufriendo reveses por varios asuntos, el primero la guerra de Irak que hubo de prolongarse poco más de un año hasta el momento cuando la dio por terminada, coincidiendo por cierto con su nominación como Premio Nobel de la Paz.
Lo segundo tiene que ver con la crisis financiera que llevó a cartera vencida a muchas familias estadounidenses, con la subsiguiente pérdida de sus propiedades, fenómeno que a más de un año de ocurrido, no acaba de resolverse.
Un tercer asunto que puso en difícil situación al gobierno de Obama fue su actitud frente a la catástrofe ecológica provocada por la British Petroleum que se vio muy lenta en dar con una solución eficaz para el derrame petrolero que afectó buena parte del Golfo de México.
Y quizás lo que acabó de complicar las cosas para el primer demócrata de color en ocupar la presidencia, sea lo relativo a la ley de salud que estuvo muy lejos de satisfacer las expectativas de sus propios votantes. Del mismo modo en asuntos migratorios una buena parte de la población hispanoparlante se sorprendió con el poco apoyo que sintió haber recibido de un presidente que en campaña hizo las grandes promesas en favor de las minorías étnicas de su país.
Mientras todo eso sucede en Estados Unidos, en México las cosas se manejan de otro modo. Funcionamos en un sistema claramente piramidal, y la idea es tirarle a la cúspide, y que el que ya llegó a ella se aferre con todo para no caer; por esta vía se aseguran jugosos ingresos que crecen así porque sí una o dos veces al año, en tanto el resto de los mexicanos, simples mortales nos comemos las uñas. Ya ven ustedes, ahora se habla de considerar los ingresos por concepto de pensión como “ganancias” y gravarlos amén del ISR que a la fecha se aplica a los cheques de jubilados y pensionados.
Cuando el principal objetivo en esta vida se expresa en pesos y centavos, es lógico que se aspire a estar en la punta de la pirámide, a salvo de los sufrimientos y males del resto de la población. Ahora que comienza a sentirse la efervescencia de la contienda política del 2012 ya venimos observando fenómenos singulares; hay elementos de ultraderecha que dijeron que primero muertos que en alianzas… O son zombies, o tienen Alzheimer, porque han pasado a formar alianzas y lo antes dicho se esfuma; aunque claro, en nuestro amado México todo es relativo, sobre todo la palabra. ¡Vaya! si sorprenden a un ladrón con las manos en la masa metido “hasta los codos”, él simplemente se aferra a decir una y otra vez que él no fue y que es inocente, hasta que probablemente por cansancio la autoridad lo deja en libertad por falta de méritos. Somos el país donde la palabra definitivamente se impone por encima de los hechos tangibles; es por cierto la herramienta idónea para avanzar hacia la cúspide y asegurar la permanencia en ella.
Mi señor padre fue un hombre muy inteligente, y en cuestión de política a muchos años de distancia anticipó qué estaría sucediendo por estos tiempos. De manera reiterada insistía en que el período ideal para una presidencia de la república eran cuatro años, pues entre más tiempo pasa un mandatario recibiendo a diario tantos aplausos y alabanzas, más fácilmente entra en un estado de delirio que le lleva a pensar que de sus labios y nada más de ellos, brotan las grandes verdades, las perfectas y absolutas últimas verdades, y que hasta un estornudo, siendo suyo, debe quedar registrado para la historia.
Antes de las fanfarrias de la precampaña y el dispendio que implican nuevas elecciones, pero sobre todo al margen de la palabra, yo preguntaría: ¿En qué va lo de la Guardería ABC? ¿Las muertas de Juárez? ¿Pasta de Conchos? ¿Casitas del Sur? ¿Tantos daños a población civil asociados al ataque contra el crimen organizado?... Perdón, y hablando de los apetitos de otro orden, no solamente políticos, tal parece que la llamada Ley Anti-obesidad quedó limitada a impedir anuncios de comida chatarra en las escuelas pero sin restringir su venta. ¿No es un ejemplo maravilloso de los alcances que tiene la palabra en México?...
COSAS NUESTRAS de Jorge Villegas: En orden
"No tienes ni en qué caerte muerto", era el reproche de mi madre.
Un día le llegué con una grata nueva: ¡Ya le hice caso, mamá!
"¿Compraste casa por fin?" No mamá, compré un trerreno en el panteón.
Seguí el orden que imponen las prioridades al jefe de familia.
Cuando nació Mónica, al siguiente día compré un seguro de vida.
Con familia ya de tres compré de verdad el terreno "para caerme muerto".
Ya con empleo ejecutivo sólido, construí la casa que necesitaba.
A la mitad entre la casa de mis sueños y la casa de mis posibilidades. Ése es el orden.
Un día le llegué con una grata nueva: ¡Ya le hice caso, mamá!
"¿Compraste casa por fin?" No mamá, compré un trerreno en el panteón.
Seguí el orden que imponen las prioridades al jefe de familia.
Cuando nació Mónica, al siguiente día compré un seguro de vida.
Con familia ya de tres compré de verdad el terreno "para caerme muerto".
Ya con empleo ejecutivo sólido, construí la casa que necesitaba.
A la mitad entre la casa de mis sueños y la casa de mis posibilidades. Ése es el orden.
jvillega@rocketmail.com
DEFORESTACIÓN DE ALTA TECNOLOGÍA
¿No es paradójico? Se invierte más en tecnología que acaba con nuestros ecosistemas, que en aquélla que los protege.
ENRIQUETA OCHOA: Bajo el oro pequeño de los trigos
La poeta Enriqueta Ochoa (Torreón, Coahuila 1928- México D.F. 2008) expresó en una entrevista realizada por Jennie Ostrosky: "Yo quiero, antes de irme, escribir un libro que sea una acción de gracias a todos los grandes poetas que guiaron mis pasos, y otro de prosa poética donde cuente las anécdotas de mi familia y para eso no necesito de mi voz interior, para que mis descendientes conozcan sus raíces".
Si me voy este otoño entiérrame
bajo el oro pequeño de los trigos,
en el campo,
para seguir cantando a la intemperie.
No amortajes mi cuerpo.
No me escondas en tumbas de granito.
Mi alma ha sido un golpe de tempestad,
un grito abierto en canal,
un magnífico semental
que embarazó a la palabra con los ecos de dios,
y no quiero rondar, tiritando,
mi futuro hogar,
mientras la nieve acumula con ademán piadoso
sus copos a mis pies.
Yo quiero que la boca del agua
me exorcice el espíritu,
que me bautice el viento,
que me envuelva en su sábana cálida la tierra
si me voy este otoño.
POSMODERNIDAD Y MEDIOS: Por Diana Nápoles
En este 2010 Diana Leticia ha sido seleccionada entre varias decenas de aspirantes para integrar la sección de Jóvenes Columnistas del periódico El Siglo de Torreón. Ella es una inquieta estudiante de quinto semestre de la licenciatura en Comunicación de la Universidad Iberoamericana. A sus veinte años su gusto por la palabra escrita la ha llevado a participar en el periódico estudiantil “Entretodos”, así como en el taller literario de la Ibero bajo la coordinación del Mto. Julio César Félix Lerma.
Su inclinación por la literatura latinoamericana coloca entre sus preferidos a Julio Cortázar; Gabriel García Márquez; Mario Benedetti; Xavier Villaurrutia; Juan Rulfo, y Ángeles Mastretta. Además es estudiosa de la historia del pensamiento alemán. En sus momentos de inspiración se hace acompañar de música y una taza de café.
Aquí tenemos ocasión de publicar una de sus primeras colaboraciones periodísticas a través de la cual la joven escritora refleja un punto de vista sólido con relación a identidad y valores, haciendo llegar un claro mensaje a sus lectores, en particular a los jóvenes de su edad.
Vivir sin identidad. Sentirse dueños del mundo y no saber qué hacer con él. Rechazar toda sistematización, toda verdad absoluta, porque ya no quedan más que meras interpretaciones. Eso es la posmodernidad; época en que la metafísica se ha desmoronado y los valores tienen que ser redefinidos, porque ahora impera la desvalorización de lo que en un tiempo fueron 'ideales', esos que han quedado bajo un montón de falsas promesas.
Es el momento de ver más allá de lo que siempre hemos tenido por verdadero, de voltear a ver la vida que se ensancha ante nuestra mirada. Las certezas no son más que frágiles palabras, y el velo que las cubría ha caído; ahora todos pueden ver lo que por tanto tiempo permaneció oculto, ahí donde nunca hubo más que sombras y voluntades sin autor. Por otra parte, el hombre ya sólo tiene que ocuparse de su existencia, de poner sentido en ella para superar el nihilismo, el sin-sentido.
Es en este mundo en el que se ha otorgado el poder de la información a los medios de comunicación, así como la capacidad de 'pensar por nosotros', de señalarnos cómo entender la realidad. Las noticias no dejan de ofrecerse en todo momento, y los medios, en su papel de comunicadores, eligen para nosotros los acontecimientos que nos describirán. Es una realidad fragmentada, sí, pero también es el reflejo de una época en la que todo tiende a convertirse en mercancía; y es que los medios también son empresas, por ello, tienen que filtrarse aquellas noticias que no entren en el atractivo repertorio que se arma día con día.
Así pues, cada vez que nos sentimos informados también nos sabemos parte de esta colectividad. Los medios pasaron a convertirse en un modelo, uno en el que se exponen los arquetipos que muchos estamos acostumbrados a seguir y pensar.
Ahora bien, ¿qué hay de los lugares y hechos que los medios no presentan? Existen, pero ¿quién toma conciencia de ellos? Nosotros recibimos sólo aquello a lo que los medios nos permiten acceder.
Asimismo, la publicidad es una manera de asegurarse de que el sujeto entre en los parámetros de la posmodernidad, pues sus necesidades son creadas a partir del modelo que se exhibe, es decir, "se uniformiza al sujeto a partir de un consumo dirigido". Y entonces no es raro pensar igual que la mayoría, aspirar a más o menos el mismo tipo de metas. Incluso, llegamos a sentirnos valorados por pertenecer al 'pensamiento masificado', porque se es parte de una categoría que da 'identidad' al sujeto, que le permite socializar con otros de igual condición. Al fin y al cabo los diferentes son los que no entran en el 'patrón'. Entonces, sigamos sintiéndonos orgullosos de ser como los demás son, de pensar como se debe pensar, de interpretar como nos piden que lo hagamos. Qué comodidad, ¿no le parece? Es como la comida pre-cocida, alguien más hace el trabajo por nosotros. Pero, ¿quiénes?
Por último, la diferencia entre quienes tienen acceso a los principales medios, la Internet incluida, y quienes no suelen frecuentar su fiel consumo, parece abismal y creciente. Esto se ve reflejado en la adopción de ciertos estándares que sirven de guía a muchas personas; se trata de las tendencias, lo que no permanece, lo vano.
La calle está desierta. Me he sentado al borde del último escalón a ver pasar el tiempo, que se va con la promesa de volver a repetirme las mismas palabras una y otra vez sin cesar, sin darme tiempo para desentrañar el realismo o ficción que conducen la realidad.
Cabe preguntarse ¿hacia dónde quieres dirigir tu mirada? No basta con cerrar los ojos y creer que en algún momento encontraremos nuestro lugar en el mundo. La vida nos está esperando a nosotros.
Bibliografía: Jazmín Sansores Montejo:
Ensimismamiento y alteridad (Hacia la reivincación
Del sujeto desde Xavier Zubiri (Capítulo I).
Tomado de la sección "Jóvenes Columnistas" de El Siglo de Torreón del 3 de noviembre del 2010, con permiso de la autora.
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